Últimamente he estado experimentando con lo verde, no sólo porque echaba de menos su color por las mañanas sino porque quería ir más allá de lo que conocemos como verduras de hoja. Cansada de tanto pasto he ido a parar con una de mis frutas favoritas; el aguacate, y sí, he dicho fruta porque en realidad el aguacate no es técnicamente una hortaliza, sino un fruto carnoso (cremoso) con hueso que puede hacer verdadera magia en nuestros Smoothies.
La mayoría de personas, sobre todo las que están acostumbradas a imponerse dietas antes de la llegada del verano, ven al aguacate como si fuese producto de Satanás por ser un fruto especialmente graso, lo que le confiere esa cremosidad tan agradable. Pues bien, la fobia a los ácidos grasos es un error muy común, pero no deja de resultar garrafal.
El concepto no se encuentra tanto en si un alimento contiene grasas sino más bien de que tipo; partiendo de la base de que nuestro organismo necesita un aporte diario de proteína, hidrato de carbono y grasa para funcionar correctamente, suprimirlas en nuestra dieta puede costar efectos secundarios sobre nuestro metabolismo, pues al no haber un aporte, nuestro organismo se centrará en atesorar las reservas de ácidos grasos ya existentes (sobre todo el cuerpo femenino, pensado para mantener reservas para una posible gestación) , ralentizando el metabolismo y haciendo que resulte una tarea más ardua quemar esas reservas. Por si fuera poco, existen rutas metabólicas en el organismo que transforman los azúcares en grasas tras una serie de procesos bioquímicos que normalmente se activan en caso de consumir un exceso de hidratos de carbono, que desde luego se pondrán en marcha si cesa la entrada de ácidos grasos. De manera que, suprimiendo el consumo de grasas y optando por dietas de carbohidratos, además de frenar el movimiento de nuestras reservas, seguimos haciéndolas crecer de forma no intencionada, lo cual nos hace un "flaco" favor. Esto no quiere decir que para controlar el peso tengamos que aportar grasas por cualquier vía y en grandes cantidades para movilizar reservas, NO, la dieta siempre debe de ser equilibrada y acorde con nuestras necesidades personales, que como su propio nombre indica tiene que ser PROPORCIONADA, sin que falte ni que sobre.
El aguacate es rico en ácidos grasos monoinsaturados como el ácido oléico, también presente en el aceite de oliva y en el jamón ibérico, un ácido graso omega-9 que es capaz de arrastrar el colesterol en la medida en que reduce el colesterol "malo" LDL y aumenta el colesterol "bueno" HDL y al presentar una insaturación en el noveno carbono el organismo puede desmembrar y quemar la molécula fácilmente, es decir, requiere de menos calorías para quemarlo. Además es una fuente de carotenoides, antioxidantes Scavengers que eliminan radicales libres y reducen el estrés oxidativo, lo cuál se cree es capaz de reducir las probabilidades de desarrollar un cáncer, y él mismo contribuye a la absorción de dichos carotenoides, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para casi cualquier receta vegetal, no sólo por su sabor y cremosidad.
Para esta locura de Smoothie necesitaremos:
- 1/2 Aguacate maduro (verde y cremoso por dentro con la piel verde-morada)
- 2 Peras pequeñas peladas y sin hueso, o una pera mediana
- 1 Yogurt Natural 0%
- 100 ml de Leche de Soja u otras
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharadita de azúcar avainillado o vainilla en polvo (opcional)*
El valor energético de este batido:
- 314 kcal
- Proteína: 8.87g
- Hidratos de Carbono (azúcares): 37.2 g
- Grasas: 16.1g
La pera le aporta al Smoothie un dulce muy agradable y una vez se añade el aguacate la textura de la misma se suaviza y hace el batido muchísimo más cremoso. Es importante tener en cuenta que el aguacate al ser un fruto muy graso debe usarse con moderación y sólo emplearemos entre 1/4 y 1/2 del aguacate en cada receta, ya que como he remarcado antes el objetivo es llevar una dieta EQUILIBRADA. La pera además aportará cierta cantidad de fibra que complementará ese aporte de ácidos grasos y evitará que se creen desajustes en el tránsito y el toque de vainilla es algo que recomiendo absolutamente si se desea rematar esta maravilla verde.
Aunque para verde verde la portada del álbum del mismo nombre de la banda Kvelertak diseñada por el ilustrador John Baizley, un artista que ya ha realizado más trabajos de este tipo para otras bandas. Kvelertak es una banda de lo que ellos llaman Black Metal/ Hardcore originaria de Noruega que producen un sonido experimental, nuevo y de una calidad armoniosa muy sorprendente al que merece la pena echarle una mirada curiosa:
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